Cuando a John Burgee le preguntaron en 1988 cuál era su objetivo al intentar construir en la madrileña Plaza de Castilla dos altas torres, su respuesta fue clara:
queremos conseguir que esta estructura simbólica venga a la mente al hablar de Madrid”
Hoy, 30 años después, podemos decir que el deseo de este arquitecto y de su socio, Philip Johnson, se ha cumplido. No solo han logrado que las conocidas como Torres KIO sean unas de las principales representantes de la capital de España, sino que han conseguido incluir estos edificios en la lista de los más diferenciales del mundo, ya que fueron los primeros rascacielos que se construyeron con una inclinación de 15 grados.
El proyecto ‘Puerta de Europa’
que es como realmente se llaman estas torres, llegó para dar una identidad propia a la Plaza de Castilla, algo que ya habían contemplado los arquitectos y urbanistas Secundino Zuazo y Hermann Hansen en sus planes para la ciudad de los años 20 y 30 del siglo pasado.
En ellos reflejaban la posibilidad de construir dos grandes rascacielos en la Castellana inspirándose en una idea de finales de los años 20 de Le Corbusier para la Porte Maillot de París. Su intención era que estos edificios simularan una puerta de entrada monumental a la ciudad por el norte. Precisamente lo mismo que buscaban Johnson y Burgee.
Por eso, tomando como referencia un boceto de Aleksandr Rodchenko, los arquitectos americanos diseñaron dos torres gemelas inclinadas que al alzarse en la Plaza de Castilla se convertirían en elsímbolo del Madrid del siglo XX.
Un poco de historia
Viajamos a la España de
Para conocer en detalle este proyecto, es necesario viajar a la España de 1957. Fue el año en el que la Comisaría de Urbanismo del Ministerio de Vivienda expropió a la empresa Urbanizadora del Norte (Urbanor) unos terrenos de casi 300.000 metros cuadrados que estaban situados al final del Paseo de la Castellana.
Estos terrenos se permutaron por unos solares de unos 24.000 metros cuadrados ubicados en la zona norte de Plaza de Castilla. Si bien la extensión distaba mucho de los 300.000 metros cuadrados de los expropiados, la ventaja de estos terrenos es que estaban dotados de una edificabilidad de más de 486.000 metros cúbicos.
junio 1957
Urbanor firma con la Comisaría General para la Ordenación Urbana de Madrid y sus alrededores la permuta de los solares. Fue entonces cuando la empresa se dio cuenta de que tenía muchos metros cúbicos edificables ubicados en unos terrenos muy pequeños.
1957 - 1987
Se llegaron a plantear hasta ocho proyectos diferentes para solucionar este problema, entre los que se encontraba la construcción de dos rascacielos de 47 plantas o de una edificación que ocupaba la totalidad del solar, aunque ninguno llegó a materializarse.
noviembre 1987
Urbanor vende los terrenos al Grupo Kuwait Investment Office (KIO), que encargó a Philip Johnson y a John Burgee un proyecto para dar forma a esta zona de Madrid.
A finales de los años 80, Philip Johnson y John Burgee eran dos afamados arquitectos conocidos por haber diseñado algunos de los edificios más emblemáticos de Estados Unidos, como la sede de IBM en Atlanta, de 50 plantas, o las oficinas centrales de AT&T, en Nueva York, de 37 pisos.
Johnson, que en 1979 había ganado el primer premio Pritzker de la historia, confesaba que quería prohibir el ángulo recto en las construcciones y consideraba que los arquitectos tenían que intentar que las formas de los edificios mejoraran al hombre.
Admirador de Antonio Gaudí y sus líneas, insistía en la necesidad de dotar a los edificios del sentido del movimiento.
Su socio, John Burgee, también apostaba por romper con las verticales, por eso acabaron creando un diseño de torres inclinadas que no tuvieran que ser rascacielos necesariamente.
Tras ver las otras puertas de la ciudad, como la de Toledo o Alcalá, queremos que la nuestra se convierta en la más representativa de la Capital Europea de la Cultura”,
señalaba Burgee en 1988, según recogía el diario ABC.
Puerta de Toledo
Puerta de Alcalá
Puerta de Europa
El proyecto de los arquitectos de KIO para los solares de Plaza de Castilla se dio a conocer en junio de 1988. El boceto planteaba la construcción de dos torres gemelas de cerca de 115 metros de altura compuestas por tres plantas de sótano, planta baja, una entreplanta técnica y veinticuatro plantas de oficinas. Los niveles de instalaciones y la cubierta estarían coronados por un helipuerto.
La inclinación de la fachada del edificio hacía que todas las plantas de oficinas fueran distintas entre sí, pues su distribución se desplazaba respecto al núcleo central de ascensores. Estos también se veían afectados por las líneas del edificio, convirtiéndolos en un misterio para las personas que nunca han entrado en las torres. Muchos se preguntan si el ascenso y descenso de estas máquinas se hace en diagonal.
La estructura del edificio obligó a los arquitectos a diseñar un sistema de ocho elevadores: cuatro que dieran acceso a las plantas entre la primera y la décimotercera y otros cuatro que cubrieran el trayecto entre la planta 13 y la 24. La inclinación de la fachada trasera hace que la primera tanda de ascensores alcance su tope en la planta 13ª al chocar con la vertical del edificio.
Originalmente, la fachada iba a ser de vidrio y granito rosa de Porriño, un material del que John Burgee se enamoró cuando visitó España, pero por razones constructivas relacionadas con el exceso de peso se optó por aunar el vidrio, el aluminio y el acero.
Para limpiar exteriormente esta estructura se diseñó un sistema a medida que permitía que una góndola se deslizara por la fachada colgada de una barra metálica de 35 metros de longitud. Esta barra estaría fijada a unas guías que recorrerían las esquinas de las fachadas, obligándola a seguir la inclinación del plano.
Con el paso de los años, la torre de la izquierda, vista desde el sur, se convertiría en la sede operativa de Bankia.
Lo que otros arquitectosdijeron del proyecto
El carácter rompedor de este proyecto dividió a los arquitectos de la época. Había quien, como Manuel Marrero, pensaba que la fuerza de la idea de las torres era lo “suficientemente emblemática” para convertirse en un símbolo más de la capital, o Juan Carlos Pipaón, que reconoció que se trataba de un proyecto que todos querían tener en el tablero para trabajarlo.
Sin embargo, había otros muchos arquitectos que no confiaban en que este diseño se convirtiera en parte del imaginario colectivo. De hecho, Fernando Chueca-Goitia definió el proyecto como “aberración arquitectónica inconcebible”; Miguel Fisac lo consideraba “un disparate estético símbolo de la estupidez”, y Luis Rey, decano de los arquitectos madrileños a finales de los 80, estaba convencido de que las torres no se convertirían en el emblema que necesitaba Madrid de cara a 1992.
LA OBRA
Las obras comenzaron en mayo de 1990, una vez que la Gerencia Municipal de Urbanismo de Madrid concediera la licencia el 23 de febrero de ese mismo año. La previsión era que la remodelación de la Plaza de Castilla, con la construcción de las torres incluida, durara un año y medio, estimación que no se cumplió.
Y es que ya lo dijo John Burgee, aquello era
Una verdadera hazaña de ingeniería”
CIMENTACIÓN
Tras casi un año de intensos trabajos, en marzo de 1991 se dio por concluida la cimentación de las torres. Dado que cada una de ellas iba a pesar 100.000 toneladas, tendrían más de 20 plantas de altura y una inclinación de 15 grados, fue necesario construir su base en unos socavones que se rellenarían de 20.000 toneladas de cemento armado capaces de sostener en pie estos edificios con sus particulares características.
CONSTRUCCIÓN
Para evitar su caída, las torres contaban, además, con unos tensores en lo que podría considerarse su espalda. Bajo ellas se construirían tres plantas de aparcamiento de vehículos.
Poco a poco, las torres iban ganando altura, pero a finales de 1992, dejaron de crecer. La crisis amenazaba con dejar la construcción de las gemelas inconclusa.
OBRA ACABADA
El hecho de que estos rascacielos fueran “un buen negocio” para el mercado de oficinas, como aseguraba el director de Servicios de Obras del Ayuntamiento de Madrid, Luis Armada, hizo que se le diera el impulso final y la obra quedara cerrada en otoño de 1995.
LLENARLA DE VIDA
Ahora faltaba lo más importante: llenarlas de vida. En abril de ese mismo año se anunciaba que los empleados de Airtel serían los primeros inquilinos de la torre oeste. Sin embargo, la falta de acuerdo entre la compañía y la propietaria del edificio frustró el traslado. Tras permanecer ocho meses vacías, en agosto de 1996 empezaron a instalarse en ellas BCH, Caja Madrid, la televisión Mexicana Televisa, la multinacional de telecomunicaciones ATT, el agente inmobiliario Auguste Thousard y la compañía KNM. El precio medio del alquiler por metro cuadrado era, por aquel entonces, de unas 2.000 pesetas al mes.
LA OBRA EN
Hormigón 127.500 m3
Estructuras de acero 8.900 t
Superficie acristalada 22.000 m2
Acero armaduras 8.000 t
Superficie de la fachada 33.000 m2
Longitud de cableado 6.200 m
Cambio del Skyline de Madrid
Aunque no son de los edificios más altos de Madrid, su estética ha hecho que las torres KIO sean uno de los elementos representativos de la capital, junto con Torrespaña o Torre Picasso.
Cuando estos dos edificios comenzaron a erigirse en los años 90, Madonna era un icono mundial y
Hombres G, Gabinete Caligari, Luz Casal y Miguel Bosé ponían banda sonora a nuestros días. 'El manuscrito carmesí' ganaba el premio Planeta, las televisiones privadas comenzaban su andadura y España se preparaba para organizar dos grandes citas en 1992: los juegos Olímpicos de Barcelona y la Expo de Sevilla.
En estos 30 años, Puerta de Europa ha sido inmortalizada en el cine, la pintura y el arte en general.
Referencias
Las Torres Puerta de Europa, Madrid-España. (enlace)
Philip Johnson, el primer premio Pritzker de Arquitectura – 1979 (enlace)
Las torres KIO serán de granito y cristal, El País, 8 junio 1988 (enlace)
Aún no hay proyecto definitivo sobre la Plaza de Castilla, ABC, 19 enero 1988
Plaza de Castilla: las torres quieren ser Puerta de Europa, ABC, 9 junio 1988
Presentado el boceto de las torres Puerta de Europa, ABC, 19 junio 1988
Polémica arquitectónica en torno al proyecto de las torres Puerta de Europa, ABC, 10 julio 1988
Otorgada la licencia para construir las torres de la Plaza de Castilla, ABC, 16 marzo 1990
Freno arqueológico y provisional a la construcción de las torres de KIO, ABC 18 abril 1990
Ayer comenzaron 14 meses de obras para construir el túnel de Plaza de Castilla, ABC, 17 mayo 1990
Las dos torres inclinadas de KIO ya tienen donde apoyarse, ABC, 19 marzo 1991
Televisa, BCH, Caja de Madrid y ATT, entre los primeros inquilinos de las torres inclinadas de Puerta de Europa, ABC, 16 septiembre 1996
Chamartín, álbum de fotos. Carlos Rodríguez Zapata y Enrique F. Rojo Escobar. Editorial Temporae.